Menta: el rostro del galgo español

© Amores Peludos

Los cazadores abandonan, maltratan y matan anualmente a más de 50.000 galgos en España. Cuando los galgos tienen suerte son llevados a refugios donde se les cuida con cariño. Muchos galgos nunca tendrán esta suerte: algunos galgueros abandonan a sus perros en pozos, los ahorcan en árboles, los llevan a las perreras o los dejan en algún lugar donde los abandonan a su suerte. Además de la caza del galgo, hay otra actividad que causa mucho sufrimiento a los animales: los campeonatos.

Menta es uno de esos galgos maltratados. En diciembre de 2020 la asociación madrileño Amores Peludos fue contactado por un galguero. Tenía un galgo que no estaba bien; estaba muy flaco y no comía. A continuación, dos voluntarios visitaron al galguero para ver al perro. Encontraron al animal en unas circunstancias espeluznantes. La galga estaba extremadamente delgada, no podía ponerse de pie ni caminar, y el cazador la echaba del lugar literalmente a patadas. Los voluntarios rogaron al cazador que la dejara en paz y la llevaron en brazos a un veterinario. Después de examinarla, descubrieron que su estómago estaba lleno de piedras. Sólo pesaba 16 kilos. Su ano estaba dañado; se desconoce si se debió a la desnutrición, a una mordedura de algún perro o  porque le habían introducido algo. El esófago estaba lleno de piedras y huesos.

El mismo día de su rescate, esta desafortunada galga recibió su nuevo y bonito nombre: Menta. Los voluntarios hicieron todo lo posible para que se recuperase y le dieron el descanso que tanto necesitaba. En diciembre y enero estuvo unas semanas en una casa de acogida, con su camita bajo el árbol de Navidad, donde la cuidaron y mimaron con mucho cariño.

Durante este periodo quedó claro que Menta no podía mover la cola. También tenía dificultades para levantarse después de orinar y apenas podía apoyarse en una pata trasera. A pesar de toda la comida que recibía y de su buen apetito, siguió perdiendo peso, hasta que sólo pesaba 12 kilos. Tampoco podía hacer sus necesidades, por lo que los voluntarios tenían que retirar sus heces a diario. A veces no podía caminar y orinaba en su camita. Después de varios exámenes en el veterinario quedó claro que Menta tiene un problema neurológico, causado por grave maltrato físico. No puede sentir nada en una pata trasera y alrededor del ano. En cuanto a sus heces, su cuerpo no reacciona adecuadamente, por lo que hay que eliminarlas diariamente. Ahora está entrando en un proceso de rehabilitación. Probablemente el veterinario tendrá que operar a Menta. Es posible que haya que amputarle la pierna, pero primero el equipo estudiará otras opciones. Afortunadamente su peso ha aumentado. Menta no está en adopción y es muy probable que no lo esté nunca ocurra. Pero Lara, la fundadora de Amores Peludos, seguirá cuidando de ella con mucho amor y cariño.

Menta es el rostro del galgo español. Es un símbolo de los 50.000 perros que sufren un destino horrible cada año. La historia de Menta no es, por desgracia, una excepción. Muchos galgos están tan horriblemente maltratados que tienen que ser sacrificados por un veterinario inmediatamente después de su rescate. CAS International quiere poner fin a estas atrocidades. Cuando la ley prohíba a los galgueros cazar con galgos, podencos y otros perros de caza, los perros como Menta dejarán de ser utilizados como artículos desechables.

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