Apadrina Manuel
Manuel llegó con Ruth, una mañana, al santuario. Ellos no lo sabían, pero estaban salvando su vida.
Manuel era un pequeño toro “de lidia”, un becerro, como le suelen llamar. Si lograba superar los meses de vida y no acabar siendo la víctima de niños aspirantes a toreros en una escuela taurina, posiblemente terminase con apenas uno o dos años en unos festejos taurinos, siendo apedreado, apaleado, ensogado, “embolado”, etc…
Dependiendo del tipo de festejo, unos aspirantes a matarifes le darían muerte, con repetidos intentos hasta que al final moriría entre estertores de sufrimiento.
Aunque lo más probable es que a los 3 o 4 años acabase torturado públicamente en una plaza de toros.
O quizás habría sido desechado, si no cumplía las expectativas del ganadero, y enviado al matadero como les pasa a más de la mitad de los toros de la mayor parte de ganaderías de toros “bravos”.
Cuando Manuel llegó empezó su vida en libertad. Si apadrinas a Manuel, puedes contribuir a que tenga una vida mejor. Al mismo tiempo puedes apoyar nuestra lucha para terminar con la tauromaquia. Aqui puedes encontrar más información sobre las condiciones para poder apadrinar a Manuel.
Si tienes preguntas sobre Manuel ponte en contacto con nosotros.
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